El Banco del Estado de Chile

Oficialmente, durante el año 1953, es creado el primer Banco totalmente dependiente del Estado chileno.

Los siguientes hitos marcan la historia antes de la creación del banco:

• 1855 – Creación de la Caja de Crédito Hipotecario

• 1877 –  Creación de la Caja de Ahorros de Santiago

• 1910  – Creación de la Caja  Nacional de Ahorros

• 1926  – Creación de la Caja de Crédito Agrario

• 1928 –  Creación del Instituto de Crédito Industrial

El Banco del Estado de Chile, en la actualidad BancoEstado, nace de la unión entre la Caja Nacional de Ahorros, la Caja de Crédito Hipotecario, la de Crédito Agrario, además del Instituto de Crédito Industrial. Específicamente en 1953, en el comienzo del gobierno de Carlos Ibañez del Campo. 

La inquietud por contar con un banco perteneciente al Estado estuvo presente mucho antes de 1953. Durante la década del 25, junto con el nacimiento del Banco Central, surgieron las primeras ideas referentes a la necesidad de crear un Banco que dependiera de la nación.

Durante septiembre de 1953 inició sus actividades como una empresa con personalidad jurídica, con autonomía del Estado. Contaba con 6 departamentos: ahorro, agrario, bancario, industrial, inversión e hipotecario.

Su función principal era facilitar y gestionar el acceso a créditos de una manera ordenada y eficiente, cuyo foco era la población productiva y aquellos sectores marginados por la banca privada. Además, su obligación era extender los beneficios bancarios a lo largo de Chile, incluso en aquellos lugares más remotos. Su objetivo era bancarizar sin importar el rango social.

A lo largo de sus primeras dos décadas de existencia, la institución logró consolidarse como el banco más grande del país, y su crecimiento se fue fomentando según las áreas que las respectivas administraciones consideraron pertinentes.

A principios de los 90’, se convirtió en prioridad máxima el volver a retomar la senda social que había caracterizado al banco, además de generar severos cambios acordes al contexto social que se comenzaría a vivir.